En Kon-Tiki creemos que comer es viajar. Cada plato que servimos en nuestra terraza en Santa Cruz de Tenerife nace de un fuego que encendemos cada mañana: la robata. Para nosotros no es solo una técnica de cocina, es la base de todo. Es el inicio de una propuesta que une tradición japonesa con sabores de Sudamérica, Polinesia, el Sudeste Asiático y Canarias.
Sentarse en Kon-Tiki, rodeado de vegetación y bajo el cielo abierto de Tenerife, es vivir la experiencia de la cocina del mundo al aire libre. Y esa experiencia empieza siempre con el calor vivo de las brasas de la robata.
¿Qué es la robata?
La palabra “robata” viene del término japonés robata-yaki, que significa “cocina lenta al fuego de brasas”. Se trata de una parrilla tradicional japonesa que funciona con carbón vegetal y que mantiene un calor constante durante todo el día. Esa constancia permite cocinar pescados, carnes y verduras con una precisión que realza el sabor natural de cada ingrediente.
En Japón, la robata es mucho más que una herramienta: es un ritual que conecta al cocinero con el fuego y al comensal con el producto. Una forma de cocinar en comunidad que encaja perfectamente con lo que queremos transmitir en Kon-Tiki.
Orígenes de la robata
La historia de la robata se remonta a Hokkaido, en el norte de Japón. Los pescadores la usaban para cocinar el pescado recién capturado sobre brasas portátiles de carbón. Era una manera práctica y sencilla de alimentarse en alta mar, pero también un espacio compartido en torno al fuego.
Con el tiempo, esa costumbre marinera se transformó en una técnica gastronómica muy valorada, que hoy está presente en los mejores restaurantes japoneses y en cocinas de todo el mundo. En Kon-Tiki hemos recogido ese legado para hacerlo nuestro: la robata no solo nos conecta con Japón, sino con un mapa global de sabores que nos inspira.
La robata en Kon-Tiki
Cada mañana, antes de abrir al público, encendemos la robata con carbón vegetal. No es un proceso rápido: requiere paciencia, cuidado y respeto. El fuego necesita tiempo para alcanzar la temperatura perfecta, y solo entonces comienza el viaje gastronómico que ofrecemos.
Ese ritual diario es innegociable: la robata se limpia y se enciende cada día para garantizar un calor puro, constante y de máxima calidad. En ella se cocina todo lo que define nuestra propuesta, desde platos frescos hasta carnes intensas, desde verduras de temporada hasta fusiones exóticas.
Por eso decimos que la robata es la base de todo. Es el origen de nuestra cocina, el elemento que sostiene y da sentido a Kon-Tiki.
Las ventajas de la robata
La robata no es solo tradición, también es una técnica que aporta ventajas únicas:
- Sabor auténtico: el carbón vegetal aporta un aroma inconfundible que potencia el producto sin enmascararlo.
- Textura perfecta: crujiente por fuera, jugoso por dentro.
- Respeto al producto: los ingredientes frescos y de temporada encuentran en la robata su mejor versión.
- Cocina honesta: el fuego está a la vista, los aromas envuelven la terraza y convierten cada comida en una experiencia compartida.
Nuestros platos a la robata
La robata nos permite viajar a diferentes lugares sin salir de Tenerife. Estos son algunos de los platos que más representan nuestra filosofía:
- Ceviche salvaje: fresco, vibrante y con un toque de humo que lo diferencia de cualquier otro ceviche en la isla.
- Tacos de costilla con tamarindo: jugosos y equilibrados entre dulzor y acidez, potenciados por la brasa.
- Bulgogi de lomo alto de vaca: inspirado en Corea, cocinado al fuego vivo que concentra todo el sabor de la carne.
- Verduras de temporada: sencillas y sorprendentes, porque en la robata hasta lo más básico se convierte en especial.
Cada plato que se cocina en Kon-Tiki es un pasaporte a otro destino, y todos juntos forman ese viaje gastronómico que llamamos cocina viajera.
Una experiencia al aire libre
En Kon-Tiki no solo cocinamos con fuego: también ofrecemos un espacio donde el entorno importa tanto como la comida. Nuestra terraza es un auténtico oasis en el corazón de la ciudad, un refugio al aire libre en el que escapar de la rutina y explorar nuevos sabores.
La vegetación, el diseño cuidado y la coctelería se unen a la experiencia de la robata para hacer de Kon-Tiki un lugar único en Tenerife. Como decimos siempre: dentro, pero fuera de la ciudad.
La robata es nuestra base, pero también es una metáfora: como una balsa que nos lleva de viaje, como un faro que guía nuestra cocina. Todo empieza en el fuego, pero todo se vive en comunidad.
Escapa, explora, saborea
La robata es la base de todo en Kon-Tiki. Es el fuego que enciende cada jornada, el lugar donde nacen los sabores que hacen de nuestra cocina un viaje.
Si buscas un restaurante diferente en Tenerife, un espacio en el que la cocina del mundo al aire libre se viva en primera persona, te invitamos a descubrir Kon-Tiki. Aquí cada plato cuenta una historia y cada comida es una escapada.
Escapa, explora, saborea.